lunes, abril 6

Mis heridas no se sanan, pero sí se hacen más grandes. Tú no me entiendes, cállate, mírame, Tú decides si quieres olvidarme o vivir con eso. Confieso que no sigo siendo aquella aunque lo intento. Te juro que pensé que tú podías ser mi vida.. y no quiero pensar que me equivoqué como la mayoría. Y sé que mereces mucho más, quizás me sienta así por nunca sabértelo dar. Se empieza por perder la ilusión y luego la magia, después va la esperanza hasta que ya no queda nada, solo rabia, odio, todo esto porque se acaba; sientes como la poca luz que queda se apaga.