miércoles, mayo 6


Por fin llegó ese día en el que cada vez me importa menos lo que la gente dice de mi. Si hay algo que aprendí después de tantas caídas es que la gente siempre tiene algo para decir, siempre encuentran la manera de buscarle un defecto a los demás sólo para poder sentirse superiores. Casi simpre estás personas viven tratando de ser perfectas pero se olvidan de algo muy importante: la perfección no hace a la felicidad, y la felicidad es el primer recurso de la perfección. Pero desde mi punto de vista lo mejor que pueden hacer es ignorar completamente los insultos, y a cualquier tipo de comentario. Porque si la gente habla lo hace porque es grátis y porque es demasiado fácil hablar de los demás sin primero fijarse en los defectos de uno mismo. Si ustedes son felices con todo lo que tienen y con lo que son, que no les importe para nada lo que los demás piensan de ustedes. Porque siempre va a existir esa maldita tendencia de prejuzgar, y porque como ya lo dije y lo vuelvo a repetir; la gente siempre tiene algo para decir pero eso no quiere decir que nosotros siempre tengamos que escuchar.-